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Ventajas competitivas de vender viviendas eficientes

ventajas de vender viviendas energéticamente eficientes IRIS gLOBAL
  • Vender o alquilar inmuebles eficientes es una ventaja competitiva que mejora el posicionamiento e imagen de marca de una inmobiliaria o entidad comercializadora.

  • Además, supone un valor añadido apreciado por el consumidor, por lo que el valor económico de los inmuebles eficientes es mayor en comparación con edificaciones que no tienen en cuenta la eficiencia energética.

 

Sostenibilidad como valor de marca en viviendas eficientes

 

La sostenibilidad es uno de los parámetros que tienen en cuenta los consumidores a la hora de tomar decisiones de compra. Según el informe realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) junto al Foro NESI, Nueva Economía e Innovación Social, el 73% de los consumidores toma decisiones de compra en base a motivos éticos y de sostenibilidad.

Es por ello que las entidades financieras o inmobiliarias deben posicionarse como empresas sostenibles, no sólo por motivos éticos, sino también porque es una demanda de los consumidores. Porque, además de una cuestión de responsabilidad corporativa e imagen de marca, la realidad es que, en un entorno de inflación causada principalmente por el aumento de los precios en el ámbito energético, las viviendas eficientes se han convertido en una prioridad dentro del mercado inmobiliario.

La importancia del certificado energético

 

El elemento que permite conocer con exactitud el nivel de eficiencia de un inmueble es el certificado energético. Se trata de un documento que establece su gasto energético, tras el análisis de diferentes elementos del inmueble. Existen un total de siete calificaciones que puede recibir, en función de si estamos ante una vivienda eficiente o si, por el contrario, es necesaria una reforma debido a un exceso de consumo energético para tener unas buenas condiciones en el interior.

Para establecer una calificación u otra se tienen en cuenta, entre otros factores, los sistemas de calefacción y agua caliente, la orientación y nivel de iluminación, los sistemas de refrigeración y las opciones de ventilación que incluye la casa. En base a estos elementos, se realizan unos cálculos que determinarán el nivel de eficiencia energética y, en consecuencia, se otorgará un certificado energético con una calificación u otra, que se expresa con las siguientes letras y colores:

  • G o rojo oscuro: es la peor calificación posible para un inmueble. Significa que la vivienda tiene un consumo energético superior al 125%. Es decir, partiendo de que el gasto medio en España es de 60 €/mes en suministros, en estas viviendas estaríamos gastando más de 80 €/mes. No porque se trate de una casa más grande, sino por la ineficiencia de los sistemas de aislamiento o los equipos de climatización, termos o cualquier otro elemento que interviene en la capacidad de reducir los consumos en la vivienda.
 
  • F o rojo claro: es un gasto energético superior al 110%, lo que supone estar por encima de los 70 € / mes, cuando debería ser de 60 € / mes.
 
  • E o naranja: gasto energético del 100%. Está en la media, pero con mejoras que podrían facilitar un mayor ahorro en suministros.
 
  • D o amarillo: se trata de una vivienda con algunos elementos que aportan eficiencia. Lo que le permite encontrarse por debajo de la media, aunque también con margen de mejora.
 
  • C o verde claro: buena eficiencia, aunque también con margen de mejora. Estamos ante un coste medio mensual en torno a los 50€.
 
  • B o verde oscuro: muy cerca de la mayor eficiencia posible, aunque con algunos retoques esta podría ser la máxima posible.
 
  • A o verde muy oscuro: estaríamos ante una vivienda eficiente. Con un consumo energético mejor al 55%, lo que en un inmueble medio en España le haría estar por debajo de los 35€.
 

Para qué sirve el certificado energético

 

Se trata de un documento obligatorio cuando se va a alquilar o vender un inmueble. Para el inquilino o futuro comprador se trata de una información relevante, dado que le permite conocer el nivel de eficiencia y gasto estimado que tendrá la vivienda para mantener unas condiciones de bienestar y confort en su interior.

Para el vendedor o arrendador puede ser un elemento importante que aporte valor a la vivienda. Por lo que podrá solicitar mayor renta o importe final, en el caso de tratarse de una venta.

¿Cómo se obtiene?

 

En Iris Global nos ocupamos de todos los trámites para la obtención de este certificado.

Un técnico realizará las inspecciones necesarias para determinar el nivel de eficiencia del inmueble y las posibles mejoras que se deberían llevar a cabo para mejorarla, en caso de que existiera esta posibilidad. Con estos datos se elabora el certificado, que debe registrarse en el organismo correspondiente según cada Comunidad Autónoma. Y dicho organismo acabará otorgando la etiqueta energética que corresponda según este análisis. La etiqueta obtenida tiene una validez de diez años y debe renovarse por parte del propietario cuando vaya a cumplir ese plazo y sea necesario ante un nuevo alquiler o posible venta del inmueble.