El beneficiario es la persona designada en una póliza de seguros para recibir la prestación o indemnización pactada si se produce el evento asegurado. Puede ser un familiar, heredero, empresa o entidad jurídica, y debe estar claramente identificado en el contrato.
El tomador del seguro elige al beneficiario al contratar la póliza o puede modificarlo más adelante. En seguros de vida, la designación puede ser explícita (nombre y apellidos) o genérica (“mis herederos legales”), y se pueden asignar porcentajes a varios beneficiarios.
El beneficiario tiene derecho a reclamar la indemnización tras el siniestro, presentando la documentación necesaria: identificación, certificado del hecho, copia de la póliza y formulario de solicitud. No debe confundirse con el asegurado, ya que no siempre son la misma persona.
En un seguro de viaje, el beneficiario puede ser un familiar que recibe una indemnización por fallecimiento en destino, o quien reciba la compensación por pérdida de equipaje. Algunas pólizas permiten asignar beneficiarios diferentes según la cobertura.
En los seguros de defensa jurídica, el beneficiario es quien tiene derecho a usar los servicios legales incluidos en la póliza: asesoramiento, representación o reclamaciones. El tomador puede contratar el seguro a nombre de otra persona que recibirá dicha cobertura.
El tomador puede modificar el beneficiario en cualquier momento, salvo que la designación sea irrevocable. Además, el beneficiario puede renunciar expresamente a su derecho a favor de otra persona.
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