La primera de las recomendaciones es lavarlas en primavera. Muchas personas olvidan que debemos lavar la ropa de invierno cuando finaliza esta estación, y no cuando vamos a utilizar las prendas tras meses dentro de los armarios o cajones donde han permanecido guardadas.
¿Cuándo lavar la ropa de invierno?
La primera de las cuestiones que casi nadie tiene en cuenta es que la ropa de invierno la tenemos que lavar cuando la terminamos de usar.
Muchas familias cometen el error de lavarlas cuando van a empezar a usarlas (en invierno). Lo recomendable es que guardemos la ropa en primavera, cuando vayamos a dejar de usarla, completamente limpia, para evitar la proliferación de bacterias. Dicho esto, vamos a continuación a facilitar más consejos sobre cómo lavar ciertas prendas de invierno en la lavadora.
Cómo lavar unas plumas en la lavadora
Para lavar un plumas en la lavadora hay que colocar la prenda del revés. Esto se realiza para evitar que puedan desprenderse plumas que hagan perder efectividad a la prenda. Para reforzar este hecho, es conveniente que lo laves con todos los bolsillos cerrados y las cremalleras subidas.
Con el mismo objetivo, se recomienda programar un centrifugado suave dentro de la lavadora, y que la prenda esté sola dentro del tambor. Al contar con varios tipos de texturas, y ser una prenda relativamente delicada, también es recomendable lavarla en agua fría.
Cómo lavar un nórdico en la lavadora
El nórdico, al igual que ocurre con el plumas, es una prenda que requiere de cierta delicadeza en el proceso. Con lo que la mayoría de los consejos para lavar un plumas en la lavadora son también aplicables al nórdico.
En este caso, debemos usar un detergente para prendas delicadas, que sería bueno introducir en la lavadora con agua templada antes de meter el nórdico que queremos lavar.
Después configura la lavadora en un programa con agua fría y con un centrifugado lo más suave posible. Añadiendo al final un programa extra de aclarado, pues es muy importante que no queden restos de jabón. Los nórdicos son especialmente propensos a estropearse con antelación por este motivo.
Abrigos de invierno en la lavadora
Los abrigos de invierno se pueden lavar en lavadora, siguiendo dos grandes recomendaciones.
- Presta atención a los etiquetados de cada prenda. Cada prenda tiene unos materiales y tejidos diferentes, que requieren (o no) de una protección y condiciones de temperatura específicas.
- Lava la lavadora. Sí: has oído bien. Existen productos de marcas comerciales que permiten mantener la lavadora alejada de suciedades o restos de cal y jabón que se puedan ir depositando a lo largo de su vida útil.
Sin embargo, uno de los remedios caseros más económicos y efectivos es utilizar vinagre y bicarbonato. Programa un lavado sin ropa, ubicando en cajetín del jabón estos elementos, con la medida, en ambos casos, de un vaso.
Además de lo anterior, ten en cuenta estas otras recomendaciones para los abrigos de invierno en lavadora
- Dale la vuelta al abrigo. Elimina antes de ello todas las pelusas u otros restos. Esto es especialmente necesario en el caso de tener mascotas en casa. En muchas ocasiones, el pelo de perro o gato puede dificultar un correcto lavado de nuestro abrigo, con lo que es conveniente esmerarse en la retirada previa de estos elementos.
- Utilizar programas de lavado delicados. Insistiendo además en la necesidad de corroborar en el etiquetado del abrigo qué programa es el más adecuado en cada caso, pues pueden variar dependiendo de sus tejidos.
Cómo secar ropa de invierno
Otro aspecto fundamental para lavar la ropa de invierno en la lavadora es su posterior secado. Aquí no se trata únicamente de una cuestión de limpieza. Sino de mantener las telas en perfecto estado y como si nuestras prendas de invierno estuvieran recién compradas.
Se da la circunstancia de que muchas de las prendas de invierno deben ser lavadas en programas que no exijan un fuerte centrifugado. Cuestión que, en muchas ocasiones, suele ser lo más adecuado para facilitar la fase de secado.
¿Qué hacer entonces?
Seguir estos consejos:
- Cuidado con las secadoras eléctricas porque pueden estropear o encoger los tejidos. Revisa las etiquetas, aunque por norma general no recomendamos su uso como medida de prevención
- Perchas y radiadores. Como se suele decir, la paciencia es la madre de todas las ciencias. También para secar la ropa de invierno. Cuelga la prenda en una percha y, si es posible, ubícala cerca del radiador favoreciendo su secado al aire de forma natural. Esto puede llevar tiempo, con lo que evita colgarlo en cocina o baños. En el primer caso por olores no deseados. El segundo por reproducir una humedad que dificultará su secado y también generará olores no deseados en el tejido
- El truco de la toalla. En algunas ocasiones, y como paso previo para acelerar el proceso, puedes estirar una toalla, ubicar encima la prenda de invierno y enrollar ambos elementos como si fueran uno. De este modo se cuidan los tejidos favoreciendo que la toalla absorba parte de la humedad inicial
- Guárdalas siempre en plásticos protectores. Será la mejor forma de tener las prendas de invierno como nuevas para su uso en la próxima temporada
