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Iris Global Corporativo Blog Nuevas formas de entender los viajes: desde los Baby Boomer hasta la Generación de Cristal

Nuevas formas de entender los viajes: desde los Baby Boomer hasta la Generación de Cristal

Familia intergeneracional tamaño 1024x512

Debemos ser conscientes que las sociedades, la cultura, la economía y la tecnología, están siempre en continuo desarrollo. Desde nuestro sector, nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Podemos adelantarnos al cambio y detectar cómo evolucionarán los viajes? ¿Podremos dar respuesta y ofrecer un servicio acorde a dichos cambios?

Cuando echamos la vista atrás hacia la generación de los Baby Boom (1946-1964) pensamos en una generación que vivieron los primeros comienzos del turismo, una iniciativa impulsada por el gobierno a través de las Rutas de Turismo Nacional donde se promovían los viajes masivos en autobús, sobre todo, a lo largo del litoral español. Tampoco debemos olvidar la apertura de fronteras en cuanto a turismo de exterior permitiendo la entrada de extranjeros, en su mayoría británicos, que querían conocer las costas españolas.

Tras los Baby Boomers, encontramos la Generación X (1965-1979) cuyo entendimiento del turismo se resumía en largos viajes de 5 personas en un SEAT 600 cargados hasta arriba y de camino por “la nacional” rumbo a segundas residencias o “al pueblo a ver a la abuela”. Hoy día, la Generación X ya tiene conformada una estructura familiar y se encaminan a viajes familiares donde la familia pueda disfrutar sin olvidar las comodidades (que no lujos) que los hoteles, cruceros y/o los “todo incluido” puedan ofrecer para los mayores de la casa.

Toca el turno de la Generación Y (1980-1994) también conocidos como “Millennials” una generación marcada por una concepción de ellos muy contradictoria sostenida entre el pesimismo (por ser “difíciles de manejar, se creen con derechos especiales, narcisistas, egoístas, sin objetivos y perezosos” como decía Simon Sinek) y la esperanza (por ser una generación “llena de optimismo, que saben trabajar en equipo, que aceptan la autoridad, que saben seguir las reglas y son personas muy inteligentes” como indicaba Strauss and Howe en el libro “Millennials Rising: The Next Great Generation”)

Esta generación prefiere los viajes donde puedan vivir la cultura del destino, quieren experiencias únicas y diferentes (no como sus padres que preferían un hotel) ellos optan por albergues, compartiendo habitaciones con personas de otros lugares, lo ven como una manera de socializar y conocer así otras perspectivas. Por supuesto, el tema albergue y habitaciones compartidas no solo está relacionada con vivir la experiencia sino con el presupuesto. Un presupuesto muy ajustado donde se intenta hacer mucho con poco; de ahí la tendencia hacia una gran antelación en cuanto a planificación de viajes, compra de billetes e itinerarios.

Además, se añade un factor importante que son las redes sociales, utilizadas como una ventana pública de todo lo realizado de forma privada. El uso de estas redes sociales será lo que marque la siguiente generación: la Generación Z.

La Generación Z (1995 en adelante) también llamada “Generación de Cristal” acuñado por la filósofa española Montserrat Nebrera para tratar de describir la fragilidad emocional de estos adolescentes de hoy en día, posee una forma de entender los viajes que se parece a los de la generación Y; quieren vivir experiencias únicas, distinguirse del resto, vivir el momento pero a un precio sostenido (y si es gratis, mejor). A diferencia con la generación Y, desean explicitar aún más la necesidad de mostrar al mundo sus experiencias y no dudan en generar auténticos reportajes visuales, inclusive, en tiempo real a través de los live´s. En ocasiones, puede resultar atractiva la idea de tomarse fotos el mismo día pero con diferente outfit para mostrar que se han tenido unas largas vacaciones.

Estos cambios en el modo de vivir y entender los viajes son los nuevos retos a los que se enfrentan, no solo empresas relacionadas con viaje sino sectores como el del retail, la hostelería, el turismo o las tecnológicas; que deben tener en cuenta qué productos o servicios se quedarán obsoletos y qué productos se demandarán en el futuro.

Es fantástico pensar cómo está evolucionando el concepto de “viajar” y que seamos nosotros mismos quienes estamos inmersos en dicho cambio.