Como curiosidad, los manteles individuales son un producto que tiene su origen en la época romana. Los romanos utilizaban manteles individuales de lino, que eran llamados mappae.
Cada comensal debía llevar el suyo propio y eran utilizados porque querían conservar y disfrutar de la belleza de las mesas. Para ello, no utilizaban manteles que cubriesen la mesa al completo. Además de utilizarse como manteles tenían la función de servilleta.
Actualmente los manteles son un producto muy necesario en las mesas y los individuales tienen algunas ventajas frente a los grandes, como por ejemplo:
En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de manteles individuales. Se clasifican según su forma y material, principalmente.
Según su forma hay manteles individuales:
Según el material con el que está fabricado destacan principalmente:
Para elegir el mantel individual más apropiado hay que tener en cuenta el tipo de comida que se va a realizar. No es lo mismo realizar una comida para una fecha especial que para una comida diaria. Es por ello por lo que, en primer lugar, hay que evaluar si se trata de una comida formal o informal.
Además, es importante conocer el tamaño de la mesa para saber qué forma y tamaño de mantel es más conveniente. Es importante que no se solapen unos manteles con otros y que el comensal tenga su espacio, más si se trata de una comida formal.
Otro aspecto a tener en cuenta es el material. Con el fin de ahorrar lo más aconsejable es utilizar manteles individuales reutilizables.
Para una comida formal se recomiendan los colores neutros y sin estampados. Encajan en este caso los de fibra natural o bambú. En cuanto a la forma los más recomendable son los rectangulares y si no es posible, los ovalados.
Por su parte, para una comida informal cualquier mantel individual encaja. Desde los más sencillos hasta los estampados más extravagantes. Con muchos o pocos colores y con cualquier forma. Todo dependerá del gusto de cada persona. Incluso puedes combinarlos y utilizar de diferentes formas y tamaños.