Para prevenir el problema de las facturas impagadas, es fundamental establecer un control riguroso del proceso de facturación. Verifica que todos los datos del cliente sean correctos, establece plazos claros de pago en el contrato y asegúrate de que cada factura incluya fecha de vencimiento, concepto detallado y medio de pago.
Implementar recordatorios automatizados y mantener una comunicación fluida con los clientes también puede reducir considerablemente la morosidad. Siempre es mejor anticiparse al problema que enfrentarlo posteriormente en los tribunales.
Cuando una factura ha vencido y no ha sido abonada, el primer paso es confirmar que no se trata de un error administrativo. Verifica la fecha de vencimiento, el importe y los datos del cliente. Si todo está correcto, contacta con el cliente directamente, ya sea por teléfono o de manera presencial.
Consulta si ha recibido la factura y cuál es la causa del impago. Dependiendo de su situación, se puede negociar un aplazamiento. En todo caso, es crucial dejar constancia mediante burofax o cartas certificadas para protegerse legalmente.
Si el contacto directo no funciona, puedes optar por un proceso de mediación. Esta vía extrajudicial permite llegar a acuerdos rápidos y eficaces con el respaldo de un profesional neutral. Además, los acuerdos alcanzados tienen validez legal, similar a una sentencia.
En caso de no resolver el conflicto de manera amistosa, se recomienda acudir al procedimiento monitorio, un proceso judicial ágil regulado por la Ley de Enjuiciamiento Civil. Este procedimiento permite reclamar deudas económicas vencidas y exigibles sin necesidad de abogado si el importe es inferior a 2.000 €.
El plazo habitual para reclamar es de cinco años desde la fecha de vencimiento, pero puede variar:
Estos plazos pueden interrumpirse si se reclama judicialmente o si el deudor reconoce la deuda por escrito.
Contar con un respaldo legal es clave para gestionar el cobro de facturas impagadas de manera eficiente. Iris Global ofrece seguros especializados tanto para particulares como para empresas. Uno de los más destacados es el Seguro de Defensa Legal para Familias, que proporciona asesoramiento legal continuo y cobertura para conflictos civiles.
Además, las pymes aseguradas con Iris Global disponen de cobertura específica para reclamar facturas impagadas, tanto en la fase amistosa como en la vía judicial. Esto permite externalizar la gestión de cobros y dedicar más tiempo a las actividades productivas del negocio.